APE

En Chile no tenemos una definición oficial sobre que es la Acuicultura de Pequeña Escala (APE) y se está trabajando a nivel gubernamental en un reglamento. Sin embargo, existen algunos denominadores comunes, como por ejemplo, que es una acuicultura “artesanal” que no incorpora demasiada tecnología en sus procesos, y que sus volúmenes de producción, por unidad productiva (micro y pequeñas empresas), son bastante menores si la comparamos con la acuicultura de gran escala o industrial. Esta APE puede ser realizada por personas individuales, por familias y también por organizaciones de pescadores artesanales, estos últimos ven paulatinamente a la APE como una alternativa concreta para diversificar y complementar su actividad productiva, lo que ha ocurrido con mayor impulso en la Región de Los Lagos. La producción de la APE en Chile está concentrada en cultivos de moluscos bivalvos (ej. choritos, ostras y ostiones), el cultivo del alga pelillo, y en menor medida en el cultivo de peces.
La APE presenta varias oportunidades, aparece como una alternativa que puede generar y complementar ingresos, sobre todo a los niveles más vulnerables de la pesca, permite que mujeres, jóvenes y ancianos puedan incorporarse a la actividad productiva. La APE además puede generar encadenamiento productivo con otras actividades económicas como la gastronomía y el turismo, lo que sinérgicamente potencia el desarrollo local en comunidades costeras apartadas o que presentan bajo desarrollo. También ayuda a fortalecer la cohesión social cuando ésta la realizan comunidades u organizaciones de pescadores artesanales.

Modelo Integrado y Sostenible

En este contexto, el año 2015 el programa de “Vinculación con la Sociedad” generó un modelo que integra múltiples variables para promover una APE sustentable y que considera las dimensiones ambientales, económicas, productivas, sociales, organizacionales, sanitarias y jurídicas con un mismo nivel de relevancia.
El modelo ha sido capaz de resolver brechas sociales y ambientales de las comunidades con las que trabajamos, ayuda a resolver el problema de la sustentabilidad de la acuicultura, promoviendo la colaboración y el fortalecimiento de las redes (aumento del capital social), la conservación de los ecosistemas utilizados para la APE, y ayuda a generar ingresos con impacto en el desarrollo local. El trabajo realizado hasta la fecha, desde el año 2015, incluye metodologías altamente participativas de y co-creación con los integrantes de las comunidades u organizaciones, que toma elementos del conocimiento ecológico local, que permite adaptar el modelo APE a cada realidad particular.

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